La pesca siempre debería practicarse con técnicas adecuadas a los hábitats marinos, que no dañen el fondo del mar y que eviten los desperdicios, las capturas accidentales y los descartes dentro de lo posible.
La pesca artesanal de pequeña escala es la pesca que se practica con barcos de menos de 12 metros de eslora que faenan a 12 millas de la costa. Se distingue de los demás métodos de pesca por el uso de artes de pesca selectivos y de bajo impacto ambiental, que respetan los límites naturales del mar y de los ecosistemas.
Los artes de pesca de la pesca artesanal de pequeña escala son selectivos, ya que permiten capturar solamente especies diana específicas, del tamaño deseado. Esta característica permite que la pesca artesanal de pequeña escala minimice las capturas accidentales y reduzca los descartes al mínimo.
Son redes pasivas que se dejan en el mar, a media profundidad o en el fondo. La captura tiene lugar sin la intervención del pescador: los peces, moluscos y crustáceos que se topan con las redes quedan enredados en las mismas hasta que estas son recogidas.
Son unas jaulas que se calan en el fondo del mar. La captura se produce de forma pasiva, sin intervención del pescador. Las presas, generalmente incitadas por un cebo, entran en la trampa y se quedan atrapadas en su interior.
El curricán consta de uno o varios anzuelos atados a un sedal y un plomo. El uso de estos aparejos supone la intervención activa del pescador, ya el pescador echa el curricán al agua y lo mantiene bajo control continuamente. En cuanto pica un pez empieza a recogerlo, actuando de forma que el pez no pueda soltarse.