No cabe duda de que el mar Mediterráneo es uno de los mares más ricos en especies pesqueras: hay más de 500 especies de peces comestibles, óptimas en cuanto a calidad y valores nutricionales.
Pese a esta amplia disponibilidad, nuestras preferencias en cuanto a consumo siguen estando concentradas en veinte especies como máximo.
Aprendamos a diversificar nuestras compras y elijamos el pescado capturado cerca del sitio de venta. De esta forma evitaremos despilfarros, el rechazo de las especies no deseadas, la sobreexplotación, y por fin podremos descubrir que existen muchas especies, poco conocidas u olvidadas, que son más frescas, baratas y con un gran potencial gastronómico.