La pesca con los artes de pesca de enmalle es la que precisa mayor experiencia en cuanto al comportamiento de las especies que pueden pescarse en cada temporada. Esta pesca la realizan pescadores con una profunda "cultura" del mar. De esta cultura depende la cantidad de capturas.
La red de enmalle fija anclada consta de un solo paño anclado al fondo. La línea de corchos donde están colocados los flotadores consta de poliamida trenzada, así como la línea de plomos que a menudo, en lugar de tener los plomos repartidos de uno en uno, está formada por un alma de plomo revestida de una vaina de poliamida. El tamaño de la malla varía según la especie objetivo, la temporada de pesca y la zona. La captura se efectúa por enmalle, enredo o atrapado.
Al intentar pasar a entrevés de la red, el pez mete la cabeza en una malla hasta las branquias. Aquí la malla le aprieta y hace que no pueda ni avanzar ni retroceder, ya que la circunferencia del cuerpo es mayor que el tamaño de la malla, hasta quedar atrapado (3).
El pez se mete en la malla y consigue penetrar más allá de las branquias, pero se queda apresado a nivel de la primera aleta dorsal, ya que en ese punto la circunferencia del cuerpo es mayor que la malla, lo que le impide avanzar.
El pez es demasiado grande para el tamaño de la malla empleada como para permitir una de las dos modalidades de captura que acabamos de describir, pero presenta algunas protuberancias peculiares (antenas, asperezas corporales, espinas) que, al quedar atrapadas en los hilos de la red, permiten capturarlo. Los movimientos de la presa para liberarse favorecen que se enrede en la red y acabe prisionero de la misma.