El pescado no es un recurso inagotable. Hoy en día sabemos que más de las tres cuartas partes de las poblaciones de peces están siendo sobreexplotadas o pescadas hasta el límite del agotamiento, y que nuestros mercados están invadidos de pescado capturado con métodos insostenibles.
Podemos contrarrestar los efectos de la pesca insostenible e invertir el rumbo: el futuro de nuestros mares y de los recursos pesqueros también depende de nuestras decisiones en cuanto a consumo. Aprendamos a elegir un consumo responsable y consciente.
Elijamos la calidad y la frescura de los productos locales, de temporada, no en declive y fuera de los ciclos de reproducción. Controlemos el método de producción y elijamos los productos capturados o criados con métodos sostenibles.
Durante siglos, el ha sido considerado como una fuente inagotable de alimento. Hoy sabemos que más de tres cuartas partes de las poblaciones de peces están sobreexplotadas o se encuentran al límite del agotamiento.
El aumento de la población mundial y el progreso tecnológico han transformado el sector pesquero en una máquina industrial capaz de modificar el equilibrio natural de los ecosistemas marinos y poner en peligro la supervivencia de muchas especies.
Hay profesionales de la pesca que todos los días demuestran que es posible mantener un equilibrio virtuoso entre los recursos marinos y las actividades pesqueras. Son los profesionales de la pesca artesanal de pequeña escala. El esfuerzo de esta comunidad de pescadores, la más grande dentro del sector, representa un camino a seguir para ganar el desafío de la sostenibilidad y contrarrestar la pesca industrial.
Cada año, la acuicultura cubre la mitad de la demanda mundial de pescado y es uno de los sectores alimentarios en mayor expansión. Sin la acuicultura no habría suficiente pescado para alimentar al mundo. La acuicultura contribuye a aligerar la presión de la pesca sobre las poblaciones de peces silvestres presentes en la naturaleza.
La pesca sostenible y la acuicultura de calidad pueden garantizar la supervivencia de nuestros mares, pero mucho depende también de nuestras elecciones a la hora de comprar y consumir. Elegir pescado sostenible significa garantizarles a las generaciones futuras la integridad de los mares y los recursos de la que nosotros hemos disfrutado hasta ahora.